La especia mitológica del azafrán

En nuestra tienda de La Melguiza no solo somos unos enamorados del sabor y aroma del azafrán. También lo somos de sus relatos y tradiciones. Cuando un cliente entra a nuestra tienda, disfrutamos compartiendo las anécdotas y narraciones que esta especia ha inspirado. Transmitimos estas historias también a los productores  que elaboran nuestros productos de manera artesanal.

Muchos se sorprenden al escuchar que en Egipto era la especia preferida por faraones y reyes. Otros, que ya han comprobado sus propiedades estéticas y medicinales, comparten con nosotros que Atila y los hunos la utilizaban para calmar dolores de estómago. Como pueblo nómada, compraban azafrán en mercados o lo adquirían en sus múltiples pillajes.

Para el pueblo celta, conocido por su uso de las runas, el azafrán también estaba asociado a la magia. Y era utilizado por los druidas y algunas muchachas, quienes teñían sus sábanas con azafrán para fortalecer la masculinidad de aquel que se acostaba con ellas.

Las leyendas en torno al azafrán nacen en las civilizaciones más antiguas. La naturaleza de la flor, que dura solo un día, inspiró relatos mitológicos en Grecia como no podía ser de otra manera. Además, su cultivo fue representado en frescos en la Creta minoica. Hoy, el azafrán más valorado y cultivado en Grecia procede la región de Kozani.

La tragedia de Crocus y Smilax

Uno de los mitos que explica en la mitología griega el origen del azafrán está recogido en Las Metamorfosis de Ovidio. En él se cuenta la tragedia del joven y bello Crocus y de la ninfa Smilax. Con el propósito de conquistarla, el joven lleva a cabo una serie de cortejos. La ninfa muestra interés al principio, pero éste va desapareciendo poco a poco. Impulsado por un delirio de amor, el joven acaba convirtiéndose en una flor de azafrán.

La leyenda de la muerte de Crocus a manos de Hermes

Existe otra versión mitológica que explica el nacimiento de la especia. Se trata de la muerte accidental de Crocus al jugar al disco con el dios Hermes. Éste último impacta en uno de los lanzamientos con la frente del joven, causándole la muerte. Arrepentido y lleno de dolor tomó la sangre de la arena y creó una nueva planta con los rayos que lanzaba el sol. Su flor tendría filamentos amarillos del color del astro y tres rojos cargados de aroma y sabor.

La diosa Eos y su toga de color azafrán 

El color del azafrán también estaba asociado con la victoria y la salud. Eos, la diosa de la aurora era conocida por su excepcional belleza. Todas las mañanas, abría las puertas del infierno para que Helios pudiera conducir su carro por el cielo. También se levantaba de la corriente del océano para llevar la luz a los dioses y los hombres. Homero recogió en la Illiada el la leyenda de esta diosa, cuyo velo tenía el color del azafrán.

Quien tiene esta especia tiene un tesoro

No es casualidad que sean tantas las leyendas creadas en torno a esta preciada especia. Nuestros tesoros de azafrán tienen también un relato propio. Cada uno ha sido elaborado artesanalmente y con las medidas precisas para potenciar sus efectos estéticos o gastronómicos. De todas estas propiedades, y de muchas más, os hablaremos en posteriores posts.