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Receta de helado de leche merengada con azafrán. Modernizando los clásicos
Puedes tener una vaca lechera que no sea una vaca cualquiera. Y que te de leche merengada cuatro veces por semana, tal y como decía la canción. Pero puedes tener todavía algo más si decides cambiar la receta típica de la leche merengada por la que hoy te contamos: helado de leche merengada con azafrán.
Añadir el azafrán a esta receta es más propio de recetas encontradas en papiros escritos para Cleopatra que de la literatura de nuestro país. Y con el plus de ofrecer unas propiedades tan saludables o más como la receta clásica elaborada con canela. La clave es sustituir esta especia por azafrán. Y si encima es de La Melguiza, mucho mejor.
Beneficios del helado de leche merengada con azafrán
La leche merengada es una bebida muy nutritiva por contar con leche y huevos. Pero además baja en colesterol, al prepararse la receta solo con sus claras. Tiene un alto contenido en calcio y un importante aporte energético. Por su parte, el azafrán suma a la receta toda su riqueza en minerales, como magnesio, potasio, calcio o sodio. Una combinación perfecta para el verano, sobre todo en los momentos de mayor actividad y en los que queramos refrescarnos.
Ingredientes:
Preparación:
1) En primer lugar, ponemos en un bol la leche con 300 gramos de azúcar (los 50 restantes los utilizaremos después) la piel de limón lavada, y las 8 hebras de azafrán.
2) A continuación, pasamos a infusionar la leche. Para ello, la ponemos a cocer a fuego lento, entre 5 y 6 minutos. Veremos como el azafrán va poco a poco tiñendo la leche con su color característico.
3) Dejamos enfriar la leche. La colamos y la reservamos. Al colarla, retiramos las 8 hebras de azafrán y las dejamos aparte.
4) Cuando la leche se ha enfriado, montamos las claras, añadiendo los 50 gramos de azúcar que habíamos reservado. Esperamos a tenerlas al punto de nieve, y entonces las agregamos a la leche, mientras la mezclamos con unas varillas.
5) Ponemos a congelar en una heladora o en una bandeja metálica. Aproximadamente una vez cada hora, la sacamos del congelador y la batimos con las varillas, buscando una textura homogénea.
6) Sacamos la leche merengada del congelador al gusto. En forma de helado o sorbete. Servimos en copas de helado, y decoramos con las hebras de azafrán que hemos reservado.
Estamos seguros de que esta receta os hará disfrutar de un verano con sabor a azafrán. ¡Hasta la siguiente entrada de blog!